La salud neurológica debe ser una prioridad en nuestro estilo de vida
Dr. Ricardo López Contreras.
Neurólogo-Internista
La salud se define como un estado de completo bienestar físico, mental y social. Es decir, que no solo es la ausencia de enfermedad. Aunque no existe un limite preciso entre salud y enfermedad, debido a que ciertas patologías pueden suceder de manera silenciosa durante períodos prolongados (como la hipertensión arterial, diabetes mellitus, alteración de los niveles de colesterol y trigliceridos, enfermedad de Alzheimer y otras), durante este lapso silencioso, la persona no sabe que ya tiene la enfermedad porque aun no se han manifestado los síntomas y puede funcionar de manera aparentemente saludable dentro de su sociedad; pero tiene el riesgo de presentar serias complicaciones cerebrales y de otros órganos, si no recibe precozmente un diagnóstico y tratamiento adecuado. Por tal razón, es muy importante realizar chequeos médicos preventivos para detectar tempranamente las enfermedades neurológicas y otras enfermedades crónicas, aun cuando no tenga ningún síntoma, con el fin de iniciar un tratamiento temprano para evitar que estas enfermedades continúen evolucionando hasta producir complicaciones que pudieron prevenirse con un diagnóstico y tratamiento oportuno.
La salud cerebral y la prevención de enfermedades neurológicas dependerá de los efectos acumulativos de los factores protectores y factores de riesgo a lo largo de toda la vida (Figura 1). Por lo que para lograr un cerebro sano y evitar el aparecimiento de muchas de las enfermedades neurológicas y otras crónicas, debemos adoptar un estilo de vida saludable durante toda la vida que va desde la infancia, adolescencia, adulto joven hasta el adulto mayor y se recomienda mantener siempre una dieta saludable, hacer ejercicio físico, “gimnasia cerebral” (estimulación cognitiva), prevenir la obesidad, prevención de los factores de riesgo cerebral-vascular y cardio-vascular (CV), no fumar, evitar el uso nocivo de alcohol, evitar la exposición otras sustancias nocivas y promover otras conductas saludables.
El bienestar neurológico debe ser una prioridad durante el transcurso de toda nuestra vida para lograr la mayor reserva cerebral y cognitiva posible, favoreciendo los factores de protección y preveniendo los factores de riesgo cerebral-vascular y cardio-vascular. Se recomienda que las personas que creen estar “sanas”, soliciten una consulta de chequeo preventivo para hacer un diagnostico y tratamiento temprano; a las personas que ya tienen el diagnóstico de una enfermedad neurológica o crónica se les recomienda asistir regularmente a las consultas periódicas de control, cumplir las indicaciones médicas y evitar la automedicación.